Huella de carbono: Sólo se puede gestionar lo que se mide

Empezamos por establecer los límites organizativos y operativos, en función de sus necesidades y sus planes futuros de compromiso climático. Después, definimos las categorías de emisiones que deben calcularse en su huella de carbono: desde las emisiones directas (por ejemplo, las causadas por la quema de combustibles) hasta las indirectas (por ejemplo, las causadas por los viajes de negocios). Seguidamente, con la información recopilada, realizamos el cálculo de las emisiones y analizamos los resultados. Además, preparamos los resultados para la elaboración de informes internos y externos. Estos datos tangibles le permiten relacionarse con las partes involucradas –empleados y empleadas, clientes y clientas, inversores e inversoras, proveedores y proveedoras, autoridades (reguladoras), etc. – para mejorar la transparencia y divulgación sobre las actividades vinculadas a al cambio climático.